Reflexión 1: Docente innovador/a
¿Cómo crees que podría ser un docente innovador (por medio de un enfoque metodológico alternativo a las dinámicas habituales, de desarrollo de algún tipo de tarea…) en la didáctica de una lengua en educación secundaria?
Desde mi punto de vista, un docente que se considere innovador debería, en primer lugar, alejarse de la metodología tradicional de limitarse a explicar los contenidos de la materia mientras los estudiantes perciben toda esta información de manera pasiva. Dentro de la innovación destaca la nueva forma de entender las clases, es decir, los discentes adquieren los conocimientos de manera activa, se involucran en el proceso enseñanza-aprendizaje y forman parte del mismo. El docente en este caso toma el rol de mediador o de "facilitador" de conocimientos.
Las metodologías innovadoras optan por un estilo más dinámico, lúdico, que intenta que el alumnado se mantenga más motivado. En el caso específico de la didáctica de lenguas extranjeras, el docente puede introducir metodologías como la gamificación, para que los discentes adquieran un mejor dominio de la LE a través del videojuego, algo muy próximo a la vida de un adolescente con lo que se pueden sentir identificados. De este modo, juegan a la vez que aprenden y perciben la LE como un elemento divertido, entretenido.
Otra opción que también me parece bastante innovadora es el aprendizaje de una lengua extranjera a través de material audiovisual o musical. El docente proyectaría en clase un capítulo de una serie en dicho idioma o escuchando canciones mientras los alumnos tienen un hoja de papel con la letra de dichas canciones. Es una manera de que se acostumbren a escuchar a gente nativa hablando a una velocidad natural y a su vez, aprenderían expresiones y vocabulario más propio de la vida diaria, más coloquial y real que el que aparece en los libros de texto, que, desde mi punto de vista, resulta más artificial y no refleja la realidad de cómo se expresan los hablantes nativos en una conversación informal. Con esto, conseguiríamos que el alumnado mejorase su competencia comunicativa y en cierto modo fuese capaz de mantener una conversación fluida en dicha lengua.
Por último, un docente innovador debería transmitir la pasión por los idiomas a sus alumnos/as y conseguir que vean la materia de LE como una oportunidad para mejorar su futuro laboral próximo o como una ventaja para poder viajar, estudiar o trabajar en un país extranjero. Aprendiendo a la par que se divierten y experimentan con la LE sin temor a fallar o decir algo incorrecto.
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